Crónicas

Gigantes del Metal: el corazón del Metal argentino se mantiene latente

Sábado nublado en la ciudad de Buenos Aires. Bajo del tren con las primeras gotas de una lluvia pasajera cayendo, mientras las brigadas metálicas invaden las calles de Av. Santa Fe. Se vislumbran remeras de heavy, nacionales e internacionales, de todo tipo. Los atavíos alternativos tampoco faltan. Se viene un nuevo festival, el Gigantes del Metal. Una nueva propuesta. Lobos Entertainment apostó a la escena nacional, y no falló. La fila va desde Groove hasta la esquina de la Rural. El ingreso es rápido, sin muchas vueltas, desde las 19 horas, tal como se prometió en el flyer. 

El line-up comienza con King Drago. Banda de Hard Rock, en actividad desde el 2021. La agrupación se prepara en el escenario ante un Groove con una asistencia aún un tanto escasa, un tercio, quizás un poco más de su totalidad. A su lado, el otro guitarrista, arranca con un riff pesado a su show. Están solo ellos en el escenario, por algún motivo, el bajista y el baterista no asistieron, así que los guitarristas ejecutan su parte sobre los tracks instrumentales.

No obstante, esto no es un impedimento para la prolijidad del sonido y voz que King Drago maneja. Hay una demostración de nivel profesional, que justifica su aparición, por ejemplo, como soportes de Primal Fear en su visita al país a fines de octubre. Su set constó de sólo cinco temas, y para las 19.50 horas había finalizado.

BARILARI, PROFETA EN SU TIERRA

El reloj marca las 20 horas cuando se abre el telón y comienza a sonar “Infierock”. Adrián Barilari es el último en entrar, ovacionado por el público. Su sola presencia levanta al público, pero su voz, potente, expresiva, pone los pelos de punta en más de uno. De remera y camuflados, calzando sus lentes de sol, continúa con “Corazón Homicida” y “Caja de Pandora”. Groove ahora está lleno, nadie se pierde el show de uno de los cantantes más míticos de nuestro país. Su puesta en escena no deja nada que desear. Junto a sus músicos, lanza sus puños al aire, hace el característico “maloik”, salta y disfruta cada minuto de la ejecución junto a Alejandro Graf, Nicolás Polo, Pit Barrett y Ezequiel Russo reemplazando a Julián Barrett.

Hace una pausa tras “Egoman” para agradecer la asistencia, mencionar a las bandas que acompañan la noche y dedicar unas palabras sobre el panorama que se vive en la actualidad, deseando para todos poder disfrutar del país, añorando que lo que toque, toque para bien. Acompaña este mensaje con la misma energía positiva que emana su música y show, demostrando que su propuesta es fiel, real, sin un ápice de comercialidad en ella. Cerró su show con “Cazador”, “Abuso de Poder” y, por supuesto “Y las sombras quedarán atrás”. 

A.N.I.M.A.L., UN MENSAJE DE LOS NOVENTA QUE SE MANTIENE VIGENTE

Es importante destacar la propuesta de A.N.I.M.A.L. frente a las otras bandas de la noche. Es quizás la más distinta, aquella que tiene un público más jóven que el resto, también más hardcore y ligado al auge del Nu Metal internacional. Desde las 21.20 y durante una hora, la banda integrada por Andrés Giménez (único miembro original de la banda), Cristian Lapolla y Marcelo Castro repasó treinta años de Groove Metal, de propuesta protestante, dejando alto y claro su mensaje sobre resistencia, sobre la defensa de las etnias y pueblos originarios de Latinoamérica.

Infaltable los clásicos para repasar la carrera de la banda, entre ellos “Revolución”, “Barrio Patrón”, “Fin de un mundo enfermo”, “Latinoamérica” y “Solo por ser indios”. También tuvo lugar la mención emotiva y dedicatoria de “Combativo” a Martín Carrizo, baterista original de la banda que ya no está entre nosotros. 

 OID MORTALES, EL GRITO SAGRADO DE RESISTENCIA

La espera se hizo larga. Hubo demoras. “Pasaron pcosas” dijo alguna vez un maldito ególatra que lucha por destruir todo lo que defiende nuestra escena. El gentío ya está pisando latas vacías. “No hay plata” dijo otro vendepatria. No hay plata para otra birra. Pero ahí se olvida todo, porque se abre el telón y sale Horcas a descontrolar otra vez el recinto. Arrancan tema tras tema, al palo, señalando los músicos entre sonrisas desde el escenario a una pequeña niña que agita sus brazos y canta a todo pulmón “Abre tus Ojos”. Vuelan sobre el vallado los que más agitan, y Groove en los primeros tres temas se desconoce, como debe ser. Horcas no falla, es el estandarte metalero por defecto de nuestra escena.

Cualquiera que los haya visto más de una vez sabe que no hay errores. La primer pausa ocurre tras esta trinidad de temas a puro machaque. “Hubo gente que apostó, sin miedo a perder. Esa gente hizo que hoy estemos acá, junto a bandas amigas de años […] No hay que tener miedo muchachos. Hoy vamos a cerrar el año con todo, vamos a sacarnos la mufa y a comenzar lo mejor posible.” Quien habla es, por supuesto, Walter Meza, otro de nuestros portavoces del metal. Mientras habla, sus compañeros se aparecen atrás, con una torta, para festejarle con sus fanáticos el cumpleaños. 

El show debe continuar, el agite ya es masivo en Groove. Suena “Esperanza” cuando se da el momento más destacado de la noche. Entre el público se vislumbraron tres niños a hombros de sus padres, a puro agite, como ya he mencionado. Desde el público, a un costado del pogo, intentando luchar con el foco y el agite, veo entrar en el lente a esos tres chicos. No deben pasar los diez, doce años como mucho. Ahí están junto a los Horcas, agitando la cabeza, con los cuernos al aire y cantando en el micrófono. “Ayudame a comprender que no estoy solo […] Ayúdame, ayúdame…”. El público parece motivarse aún más con esta aparición. Festejando todo lo que hacen, para demostrar el apoyo. Cuando uno de los niños agarra el micrófono y grita “¡AGUANTE HORCAS LOCO!” el público ruge en aprobación. “Y dicen que el Heavy Metal está muerto… ¡miren esto!” celebra Meza. 

A “Esperanza” le siguió “Argentina tus hijos”. La premisa estaba clara, a los gritos, otra vez por parte de Walter “¡Cuatro lucas está el pan dulce… la concha de su madre!“. Ya es imposible sostener la cámara ahí abajo. Ya no es un pogo, es una masacre. La bronca baja un cambio en “Vencer” pero solo es una bocanada de aire antes de “Solución Suicida” y “En la jaula” para terminar una presentación demoledora.

LA SORPRESA DEL AÑO

Sin dudas, una fecha que da pie a un gran arranque para Lobos Entertainment. Desde Vientos de Poder agradecemos la atención que tuvieron con nosotros y el trato con el que nos recibieron. Una Gigantes del Metal que nos hizo seguir con la frente en alto. Hay un futuro, hay esperanza. El Heavy Metal no se morirá mientras se resistan “las miradas oscuras que aprobaron la tortura del fugado represor”. 

Crónica y fotografías: Facundo Rodríguez

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Facundo Rodriguez

Fotógrafo. Ex estudiante de cine y FX. Fan de la ciencia ficción y la literatura fantástica. Cada tanto escribo sobre lo que me gusta. No importa la rama del Metal, siempre que haya Metal sonando.

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