El bueno, el malo y el músico

Hace una semana fui a cenar a la casa de un amigo y mientras comíamos, puso en la televisión un recital de Led Zeppelin que probablemente era de los años ‘80 o antes. Después de prestar atención un momento los desempeños de los músicos empecé a preguntarme qué es lo que define a un buen músico. Son muchos los argumentos que uno usa para defender a una banda que le gusta pero, ¿hay realmente un parámetro para definir al bueno o al malo o todo depende de gustos?

Si siguiéramos la línea del gusto o la convocatoria, podríamos arriesgar una primera afirmación que dictaría que los Wachiturros son buenos músicos. Consideraría este argumento como serio si alguien se acordara de la cumbia villera que convocaba a miles y hoy está prácticamente extinta. La convocatoria muchas veces es definida por la moda o por las empresas discográficas que dictan el gusto poniendo a sus empleados en las radios, entonces no determina lo bueno.

Las letras quizás podrían hacer al buen músico. Son parte importante de la composición de una canción pero suele reducirse a compartir el sentimiento con el autor. Muchas veces cantamos temas del que no conocemos a ciencia cierta de qué habla o por el contrario encontramos canciones con hermosas líricas pero su música no nos atrae.

Entre el virtuosismo y la creatividad hay una fina diferencia. El buen músico podrá ser el que crea música original o el que puede interpretar partituras complicadas que muchos no pueden. Será el guitarrista de System of a Down, el de Slayer o el de Stratovarius. Ambas son habilidades válidas pero el virtuoso puede crear mientras que el creativo puede no interpretar piezas complejas.

Pareciera que esta discusión no tiene fin ni escucha de razones. Al final del día, nadie cambiará sus gustos por haber discutido con una persona que defienda a su banda favorita. Nadie dejará de ir a un recital por más que le digan que lo que escucha no es música. Nadie dejará de aflorar sentimientos ante una letra que lo conmueve. Por mi parte, elijo escuchar al virtuoso, al creativo y al que habla de lo mismo que siento. Creo que actúo como muchos y que voy a defender a las bandas que me gustan aunque sus músicos sean los más cuadrados del mundo. Trataré de racionalizarlo por momentos pero al fin y al cabo no sabré quién es mejor que otro. Tal vez el buen músico sea un concepto vacío y lo único que realmente existe es el que músico que te gusta a vos.

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Agostino Palamini

Licenciado en Comunicación Social, guionista de contenido audiovisual y periodista gráfico. A veces me pongo a escribir y salen cosas como la que acabás de leer. Empecé a escuchar música con Metallica, Nirvana y Pantera, ¿y vos?

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