Rammstein – (disco homónimo) – 2019
Provocadores, ácidos y demoledores, Rammstein nos golpea una vez más con su corrosivo metal electrónico, aunque esta vez, mucho más cerca de la electrónica que del metal. Aún así, tal como nos tienen acostumbrados, su producción es impecable demostrando una perfecta mezcla entre sonidos sintéticos, una voz brusca pero entonada y graves riffs; mixtura que acentúa su estilo visceral.
Ya conocemos la música de estos alemanes: Radio, el corte difusión, sin dudas es una montaña rusa de emociones y junto con Sex, son probablemente las canciones más melódicas del disco. Si tuviera que asegurar una canción con la que harás headbanging, apostaría que es Tattoo. Ausländer es con seguridad la mejor representación de este nuevo trabajo de Rammstein: punzantes sintetizadores sobre métricos riffs.
¡Halt! Que la diferencia de lenguajes no te impida disfrutar al máximo de la obra de este sexteto: sus letras satíricas, oscuras y su posición política frente a temas delicados es una de las claves de su éxito.
«Was ich liebe, Das wird verderben (Lo que amo se destruirá)» grita la ácida Was Ich liebe y llega al momento más poético y extraordinario del disco. Zeig dich es su crítica a las atrocidades de la religión, invitando a que Dios se manifieste. Deutschland, grotesco cántico a su país natal que despierta amor y odio por su siniestro pasado y su agobiado presente. La sombría Weit weg nos recuerda lo difícil que son las relaciones a distancia a pesar de la tecnología actual. Puppe narra en primera persona cómo un niño que vive con su hermana la escucha prostituirse y es notable cómo logran transmitir el terror y la ira.
Es un disco muy bien producido, musicalmente tiene la marca registrada inconfundible de Rammstein pero posiblemente demasiado electrónico para el oído que no esté acostumbrado.
