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El «Kill em All» está cumpliendo 40 años, algunos datos curiosos

Se trata de la ópera prima de uno de los géneros más populares del Metal

Hace hoy exactamente 40 años, la banda de James Hetfield y Lars Ulrich pateaba el tablero de la escena mundial, al publicar su álbum debut. Sería el primer disco larga duración de Thrash Metal lanzado por una banda estadounidense. «Kill ‘Em All» hacía estallar los oídos con verdaderas explosiones, hoy consideradas clásicos de la música universal como «Seek and Destroy», «Hit the Lights», «The Four Horsemen», «Motorbreath» o «Metal Militia». Incluso traía un alucinante instrumental de bajo del recordado Cliff Burton «(Anesthesia) – Pulling Teeth». Sin dudas era lo más salvaje y sucio que había sonado hasta ese momento en la historia de la música universal.

Sin dudas se trata de un trabajo de estudio que ha inspirado e influenciando a una innumerable cantidad de músicos alrededor del globo. Un disco que tenía toda las de perder: Una banda recién acomodándose a su nueva formación por la salida de su guitarrista líder, un presupuesto de solo u$s15.000, cuatro chicos algo rebeldes y problemáticos viviendo en una ciudad desconocida para ellos… Sin embargo, fue uno de los debuts más importantes de todos los tiempos. Y su nacimiento, está rodeado de grandes historias, contadas por sus propios protagonistas:

Se grabó en una mansión embrujada:

«Kill ‘Em All» se grabó un estudio de muy bajo presupuesto, llamado en Music America, que estaba ubicado en una gran casa antigua en Rochester, Nueva York. Al respecto recordaba Lars tiempo atrás: «En el segundo piso había un gran salón de baile, perfecto para obtener un buen sonido de batería. El problema era que el lugar estaba jodidamente embrujado: tenía que tener a alguien más allí todo el tiempo que estaba grabando. Mis platillos comenzaban a girar sin razón, cosas así. ¡Daba miedo realmente!».

Efectivamente, el salón de baile en el segundo piso de esta mansión tenía una acústica excelente. Allí la banda grabó su batería y las guitarras, creando así un ambiente algo extraño. Tal vez esa energía sobrenatural le dio un toque especial.

Dave Mustaine había contribuido con dos temas que hablaban sobre sexo

Pero James decidió reescribir las letras. Se trata de «The Four Horsemen» y «Jump in the Fire», justamente dos de las cuatro canciones del «Kill ‘Em All» que llevan los créditos de composición de Mustaine (las otras son «Phantom Lord» y «Metal Militia»). En un comienzo eran letras que trataban sobre tener sexo.

En el primer caso, se trataba de una cita en una gasolinera, que terminaba en un encuentro sexual en el mismo lugar. James la convirtió en un himno de guerra sobre los cuatro jinetes del Apocalipsis. La segunda fue la primera canción que escribió el Colorado a los 16 años, que trataba sobre la angustia adolescente y el irrefrenable deseo sexual. A esta Hetfield la convirtió en una especie de oda satánica, una especie de llamado a ingresar al reino del abismo.

Ulrich comentó al respecto: «No tenían mucho sentido para mí en ese momento las letras obscenas de Mustaine. Sabíamos que ese era el tipo de cosas de las que queríamos alejarnos: las cosas sexuales sobre las que cantaban las bandas de Hard Rock en ese momento. Pensamos que eran tema ligero y letras un poco obvias».

Kirk Hammett se unió a la banda apenas un mes antes

Los constantes conflictos con el guitarrista principal Dave Mustaine se habían deteriorado, hasta un punto de no retorno. Llegó el momento en que la banda no vio otra opción más que traer un nuevo violero para las sesiones de grabación, a pesar de que solo faltaba un mes para entrar a grabar en el estudio. Así es reclutado Kirk Hammett, integrante de Exodus, y alumno del gran maestro Joe Satriani. Cumplió su tarea con creces, aunque no sin algo de sufrimiento. Según recordaba a la prensa tiempo después: «Tuve solo una semana para aprenderme todas las canciones. Al final de esa semana volé y tuve una semana para ensayar con ellos, y luego comenzamos a tocar en shows. Cada show iba mejorando de a poco».

El problema surgió cuando el mítico productor Jonny Zazula le exigió que recreara los solos de guitarra tal como los había grabado en la demo Mustaine. «Jonny me dijo: ‘Sabes que tienes que tocar los solos de Dave’. Dije que realmente no quería. ‘Entonces, ¿por qué no tomas la apertura de cada solo, para que la gente piense que son los solos de Dave y luego puedes ir a otro lado con ellos?’, Dijo. Como un chico de 20 años, puesto en una posición como esa, no quieres sacudir el barco demasiado, especialmente siendo el chico nuevo en la ciudad, el chico nuevo. Así que dije: ‘Claro’. Eso es exactamente lo que hice. Tomé los primeros cuatro compases de la mayoría de los solos y los cambié. Cuando los cambié, siempre fue para mejor y a todos les gustó».

Cliff Burton grabó «(Anesthesia) – Pulling Teeth» en una sola toma

Uno de los legados que nos dejó el héroe de las cuatro cuerdas comienza justamente con las palabras de Chris Bubacz, el ingeniero: «¡Solo de bajo, toma uno!». Y de hecho, «(Anesthesia) – Pulling Teeth», terminó siendo grabado en esa sola primera reproducción, no era un mito como se decía en algunos foro, fue verdad.

Kirk recordó no hace tanto: “Estaba arriba en esta gran sala vacía, parado allí, solo él y su amplificador de bajo. Lo vi tocar mientras obtenían su sonido en la sala de control. Después de 15 o 20 minutos, consiguió el sonido correcto y luego me miró y dijo: ‘Aléjate de mí, estoy a punto de hacer esto’. Y luego le dio una pitada a un porro, se inclinó, bebió una cerveza, y por supuesto salí corriendo de allí».

El título original del álbum era diferente

Metallica tenía decidió llamar a su álbum debut «Metal Up Your Ass», con la idea de darle una identidad intransigente, como su música. Poco después del lanzamiento Lars explicó: «En serio, teníamos todo planeado, incluso hasta la portada que queríamos. Íbamos a tener una mano saliendo de la taza del inodoro, sosteniendo un machete, goteando sangre. Y el inodoro tenía alambre de púas alrededor. Eso habría hecho que todos se retorcieran incómodos».

Pero la producción no estuvo de acuerdo. Suponían que era una movida muy arriesgada llevar un álbum de un género naciente como Thrash Metal, y de forma independiente, a las tiendas de música. Consideraban que sería desalentador tanto para vendedores como para compradores. Kirk recordaba en la misma entrevista a Music Radar en 2009: «Recibimos una llamada telefónica de nuestro manager diciéndonos que la mitad de las tiendas discográficas no publicarían el álbum si se llamara así, porque el nombre era obsceno. entonces Cliff dijo: ‘¿Sabes qué? Que se jodan esos hijos de puta, hombre, esa gente de las tiendas discográficas. Deberíamos matarlos a todos». Alguien, no recuerdo quién, dijo: ‘¡Eso es! Así es como deberíamos llamar al álbum'».

El mítico sello Megaforce se creó puntualmente para lanzar este álbum

Es que nadie más quería sacarlo. Ese estilo de Metal rápido, crudo y feroz de Metallica, en ese momento se consideraba algo muy poco comercial. Por otro lado los sellos independientes que reconocían el talento de la banda no podían permitirse financiar un álbum completo, solo algunas participaciones en compilados.

Así Jonny Zazula y su esposa Marsha decidieron formar su propio sello, Megaforce Records. La pareja reunió el monto con las ganancias que habían obtenido de su tienda de discos Rock N’ Roll Heaven, en Nueva Jersey, que era una especie de meca para los fanáticos del Metal del área. En la biografía de Metallica de Mick Wall, Zazula recordaba: «Pensé, si podemos comprar discos de un distribuidor, como lo hicimos como tienda de discos, ciertamente podríamos venderles un disco para venderlo a todas las demás tiendas de discos (…) Simplemente lo hicimos. Esto sonaba tan nuevo, que no sabíamos si alguien más lo entendería. Yo era como el tipo que no sabía si tenía una idea grande o una idea estúpida, y sabía que solo había una forma de averiguarlo».

Jonny Zazula junto a los Metallica, el loco que apostó a la banda, y la llevó a lo más alto
Una obra que quedó para la historia

«Kill em All» marcó a fuego a varias generaciones, no hay metal head que no haya sacudido su cabeza al compas de «Seek and Destroy» o «Metal Militia». A pesar del bajo presupuesto, y todo lo demás que hemos enumerado antes, logró convertirse en una obra fundamental de la música moderna. Tampoco olvidemos que fue el puntapié inicial de una de las bandas más grandes que ha pisado este planeta. Por eso hoy 25 de julio de 2023, a 40 años de aquel glorioso lanzamiento, levantamos nuestra mano cornuta en alto, en señal de agradecimiento a estos cuatro jinetes del apocalipsis metálico.

Agustin Di Mauro

Agustin Di Mauro

Licenciado en Ciencias de la Información (UNC), especializado en medios gráficos y digitales. Redactor y editor de Vientos de Poder desde 2012. ¡Más Judas Priest, menos Poison!

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