El eterno negocio de regresar con bombos y platillos
La gran mayoría de los grupos exitosos termina regresando tarde o temprano; incluso algunos se van para volver varias veces…
La convivencia en el seno de una banda no es una cuestión fácil de sobrellevar, más cuando el proyecto ha alcanzado el éxito rotundo. Guerra de egos, diferencias económicas, diversidad de criterios artísticos. Son muchos los motivos que pueden hacer volar por los aires una banda en su mejor momento, dejando miles de fanáticos con el ánimo abatido. En la historia músical tenemos pocos casos de agrupaciones que se dividieron estando en la cresta de la ola, para no regresar jamás. Esto a pesar de todavía tener a sus principales figuras en actividad, que podrían engordar bastante sus cuentas bancarias en caso de hacerlo. Tal es el caso de Led Zeppelin, Pink Floyd, Oasis, The Smiths. Talking Heads, Dire Straits, los Heroes del Silencio, Hermética. Pero ciertamente son la inmensa minoría, casi contados con los dedos de las manos. Muy por el contrario, el grueso de agrupaciones exitosas suele hacer regresos triunfales… ¿Cuestión de negocios?
Los factores
¿Factor nostalgia? ¿Arreglo de diferencias personales? ¿Amor a sus fans o amor al vil metal? Podría ser cualquiera de estas opciones, o todas juntas, pero siempre hay un motivo qué inclina la balanza a favor del reencuentro.
Podemos pensar que si algo produjo la pandemia por Covid, fue el elemento nostálgico, el regreso a aquellos tiempos felices, donde todo era más sencillo y sin amenazas latentes. Este trajo aparejado el boom de series, dibujos animados, películas clásicas como así también aquellas canciones y grupos que musicalizaron y adornaron nuestras vidas cotidianas años atrás. Muchos artistas se han tomado un tiempo para la reflexión, dándose cuenta que algunos problemas fueron nimiedades ante un panorama realmente desolador, y generando un acercamiento entre viejos compañeros. De todas maneras, esto de la reunión de grupos de antaño no es nada nuevo…
Lo que dicen las cifras
Si nos guiamos por las cifras de Forbes, muchas de las bandas que regresaron en las últimas décadas, han tenido ingresos que hasta duplicaron y triplicaron las recaudaciones de años anteriores a su separación. Tal es el caso de The Police, que a pesar de la enemistad confesa entre Sting y Copeland, con el «Police Reunión Tour» de 2007 quedó entre las giras con más ingresos de la historia al recaudar 358 millones de dólares; ni hablar de Guns and Roses y la gira de regreso con su formación histórica, «Not in this lifetime Tour», que recaudó 563 millones de dólares en 2016, quedando como la cuarta gira más recaudadora de todos los tiempos hasta ese momento.
Algo más descabellado fue el caso de Mötley Crüe, que ante escribano público firmaron en 2014 un documento legal. En él afirmaban que nunca más regresarían a hacer giras luego del denominado «Final Tour» de 2015. Resultado: agotaron todas las localidades. Sin embargo, el año pasado destruyeron dicho papel (por lo visto romper cosas para ellos nunca fue un problema), y hoy nuevamente están girando por el mundo junto a Def Leppard, llevando ya recaudados más de 120 millones de billetes verdes. Otro caso paradigmático es el de los legendarios Genesis, que retornaron en 2020 luego de más de 13 años de inactividad con su formación de mayor éxito comercial. Fue con el «Last Domino Tour», que les significó ser en 2022 la agrupación musical con mayores ingresos según Forbes, con u$s230 millones.

Esto mismo, pero en menor medida ha pasado con bandas argentinas. Soda Stereo, Rata Blanca, Malón, son grupos que luego de resultados intermitentes en las carreras solistas de sus ex-miembros, decidieron que era hora del regreso. Por supuesto, también fueron nuevamente un éxito de ventas y convocatoria, y algunos incluso continúan hasta el día de hoy llenando locales.
Arte y negocio
Si de algo no hay dudas, es que la música popular además de ser un arte, también es un negocio. Todo debe ser en su justa medida, pero estrategias como las recurrentes giras de despedida (Ozzy y Kiss llevan la delantera en esto, a pesar de estar muy alejados de sonar como sonaban en antaño), o los regresos de bandas que parecían irreconciliables con bombos y platillos, están entre las más eficaces estrategias de marketing en el mundo del espectáculo. Y justamente apelando a aquel factor nostálgico, a la emotividad de los fans, ansiosos por disfrutar una vez más a sus astros musicales que creía desaparecidos, en un show que anhelarán como histórico, el del esperado regreso.
¡Indudablemente una sana alegría para el respetable público, pero ante todo, un negocio redondo para productores y artistas! Tanto Billboard como Forbes nos lo demuestran con las cifras sobre la mesa.-

Buen analisis, muchos vuelven por la plata, pero que contento se pone uno o no?
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