La madre naturaleza se rindió ante el Ejército Negro
Crónica del segundo día del Furia Metal Fest
El pasado 16 de marzo de 2024 se llevó a cabo el Furia Metal Fest Dia 2. Fue un día épico por donde se lo mire. El line up tuvo a V.I.D.A. Serpentor, Lethal, Nvlo, No Guerra, Tungsteno, Paradise In Flames, Fuego Interior, Cernunnos, Social Shit, Frater, Metaluria, Devilsnate y Acefalo. En síntesis, una grilla agresiva y detonante a la vez, para el Ejercito Negro. Esto aconteció en El Campo Social y Deportivo Municipal de Zarate.
Alrededor de las 11 de la mañana me encontré con mi colega, Gabriela Braguzzi, PH en el barrio de Mataderos. La mañana se tornó en ese momento apacible, nublada y tímidamente el sol asomaba. Al instante vino Gonzalo de Metalargentum en su móvil, y emprendimos viaje hacia lo inesperado. A lo que el destino nos deparé.
Pasando la localidad de Campana, el cielo se volvió más negro que de costumbre, y la lluvia se hizo presente desde que entramos a Zarate hasta el predio en sí. Una vez llegado al mismo alrededor de las 13 horas, la lluvia ya era copiosa, y mucho barro había en los alrededores. Era presagio de que limpios no íbamos a retornar. Una vez confirmadas las acreditaciónes, caminamos por un sendero en donde la monada estaba refugiada en carpas, bajo un tinglado entre charlas, asado, vino y cerveza. Nos acercamos al sector donde se realizaría el recital, pero todavía no estaba habilitado. Entonces, decidimos refugiarnos en una galería y rogar que pare la lluvia.
La lluvia al fin paró
Las horas transcurrían, y el rumor de suspensión se hacía cada vez más fuerte. Hasta que alrededor de las cinco de la tarde la lluvia cesó, y un grito de guerra masivo se escuchó estruendosamente. Era de los soldados del ejército negro, que se sintieron victoriosos al lograr que pare la lluvia. Desde el oeste el sol con sus rayos tímidos y temerosos quiso disipar las nubes, pero esto no fue posible, ya que el cielo quería si o si derrotar al ejército negro. Llegando las 18 horas, los equipos de sonido se secaron y se escucharon los primeros acordes, como si fuese un llamado para las hordas del Metal.
Poco a poco los guerreros se fueron acercando, y tibiamente los primeros pogos se hicieron presente. También los primeros soldados iban cayendo al barro predominante. Ya entrando en la noche un manto oscuro se fue apoderando del cielo, todo presagiaba lluvia otra vez, pero no, era la neblina que se apoderó de la noche, para hacerlo lo más épico posible. Las nubes cargadas con agua se fueron ofendidas y derrotadas por el ejército negro, que nunca se rindió ante las inclemencias.
Ya era noche cerrada, con la presentación de Devilsnate, que con sus máscaras lo hizo más escalofriante y tenebrosa. Más y más gente se acercaba, cuando Tungsteno hizo de las suyas con su clásico «Vino y Velocidad». No- Guerra explotó los tímpanos con su performance, y tuvo una invitada de lujo en una de las canciones, la bella Luli De Felice, que con su presencia y agite en el escenario, elevó la temperatura de la noche.
El barro se hacía cada vez más presente. Donde pisabas, se te hundía el pie, pero eso ya no importaba. Lo que sí importaba era hacerle el aguante a las bandas. La noche transcurría, ya estábamos en un nuevo día, eran las 1 AM del dia domingo, y repentinamente el clima se tornó más fresco. Un leve rocio caía sobre nuestra humanidad. Pero seguíamos erguidos como un roble, aún faltaba lo mejor del recital. Fue entonces que Nvlo y Serpentor destrozaron la noche, a puro Thrash y Death Metal. La gente estaba fuera de sí, se revolcaban en el lodo, felices por el triunfo ganado a la madre naturaleza.
Ya finalizando, Lethal con su Thrash a la vieja escuela invitó a los veteranos del escuadrón del Metal, que ya son fans vitalicios de la banda, a meterse en el mosh. Y el cierre final fue para los oriundos de Zarate, V.I.D.A., que de la mano de los hermanos Cybulla inyectaron Death Metal en las venas de la gente, para que recuperen energías y se golpeen en el mosh, revolcándose en la «Cancha de Lodo».
Alrededor de las 4,30 AM del día domingo finalizó la jornada, y el ejército negro se fue lentamente como en una procesión a casa. Pero victoriosos, porque ganaron una de las batallas de su vida. Esta movida del Furia Metal Fest es una gran apuesta hacia el futuro que busca transformarse en el «Wacken» sudamericano por excelencia. Con respecto a la jornada vivida, se puede decir que fue con tintes épicos. No faltó nada: lluvia, barro, calor, sol, frío y neblina. ¡Así y todo, el roble no cedió jamás!
Crónica: Sergio SiIva
Fotografías: Ivy Llad
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