El incidente histórico de Rage Against the Machine en una transmisión en vivo para BBC
En diciembre de 2009, Rage Against The Machine protagonizó uno de los momentos más icónicos y controvertidos de la televisión británica cuando fueron invitados por la BBC. La propuesta era interpretar en vivo su exitoso sencillo «Killing in the Name» durante la temporada navideña pero la banda californiana llevó su actitud contestataria a un escenario que pocos esperaban: la televisión pública del Reino Unido. Lo que comenzó como una presentación musical terminó convirtiéndose en un evento histórico que rompió récords y dejó claro que la rebeldía no tiene restricciones.
La BBC, consciente de la naturaleza provocadora de Rage Against The Machine, pidió a la banda que evitara decir improperios durante la transmisión en vivo. La preocupación giraba en torno al cierre de la canción, que incluye la famosa frase «jodete, no haré lo que me digas» repetida varias veces, acompañada de una energía explosiva. Al inicio de la interpretación, el vocalista Zack de la Rocha pareció cumplir con las instrucciones, pero cuando la canción alcanzó su clímax, ignoró las restricciones y cantó la frase completa con los insultos incluidos, mientras levantaba el dedo del medio frente a la cámara. Sus compañeros, lejos de sorprenderse, continuaron tocando con su fuerza característica, dando a entender que el desenlace era casi inevitable.
Un impacto histórico en la radio británica
El incidente desató una oleada de reacciones tanto entre los espectadores como en las redes sociales, convirtiendo la transmisión en uno de los eventos más comentados del año. La BBC, que no había recibido tantos mensajes y llamadas desde 1995, cuando organizó la histórica batalla musical entre Oasis y Blur, vio sus audiencias dispararse. La ironía del momento no pasó desapercibida: la banda había sido invitada con la esperanza de ofrecer un espectáculo controlado, pero en su esencia, «Killing in the Name» es un himno de resistencia que proclama, literalmente, «jodete, no haré lo que me digas».
Récords rotos y una celebración peculiar
El efecto del incidente fue inmediato. Tres días después de la presentación, «Killing in the Name» alcanzó el primer puesto en el single chart del Reino Unido, desplazando a los típicos éxitos navideños y rompiendo dos récords Guinness: el primer sencillo en llegar al número uno a través de una campaña masiva en redes sociales y la canción digital más vendida en una semana en el Reino Unido. Para celebrar, los miembros de la banda se reunieron en un pub de Los Ángeles, donde brindaron con cerveza y jugaron dardos, un contraste curioso con el caos que desataron al otro lado del Atlántico.
El concierto de agradecimiento: Una fiesta desbordada
En junio de 2010, la banda decidió agradecer a sus fans británicos con un recital gratuito en el parque Finsbury de Londres. Se repartieron 40.000 entradas, pero la convocatoria superó todas las expectativas, ya que se estima que unas 20.000 personas más se colaron en el evento, generando un ambiente de euforia colectiva. El concierto, se convirtió en un símbolo de cómo una canción puede movilizar a una nación entera, incluso décadas después de su lanzamiento.
Un Legado de Rebeldía
El episodio de 2009 es un recordatorio de la esencia irreverente y desafiante de Rage Against The Machine. Más allá de los récords rotos y los números alcanzados, el momento demostró que la música tiene el poder de desafiar lo establecido y resonar en los corazones de millones. A más de una década de aquel incidente, sigue siendo una de las historias más emblemáticas de la cultura musical moderna y un testimonio de la capacidad de la banda para transformar cualquier escenario en un acto de resistencia.
la fecha creo q es 1993 no 2009