Slash en el Cosquín Rock 2024, una experiencia agridulce
Más de 20 años de un festival que se transformó en una marca internacional exportada a otros países y es todo lo que uno puede esperar, excepto por el rock. La oferta en el Cosquín Rock es triste para un viejo metalero. Aun así, Slash cumplió, los shows cautivaron y el festival en su conjunto fue convincente. Les dejo un recorrido por mi experiencia para nada objetiva de lo que fue.
Llegada
Súper congestionada la ruta de llegada, por supuesto. A diferencia de cuando era más joven y tolerante e iba en colectivo, han construido y habilitado la nueva autovía Punilla, un alivio para descongestionar ese caos. Llegando al predio pensé oír a lo lejos que Lali Espósito estaba comenzando su show. Me pareció raro porque era bastante temprano, así que bajé la ventanilla y presté más atención. Estaba equivocado, sólo era un perro que estaba llorando.
Me pongo en el lugar que me toca y entiendo que ya soy un adulto intolerante, por eso me molestan ciertas cosas que tal vez no lo hacían cuando era más joven. Aclaro esto porque lo que leerán a continuación puede estar extremadamente influenciado por no tener edad para disfrutar de ensuciarse con barro, preguntarle al personal de seguridad consultas simples de las que no tendrán la menor idea o tener que caminar 15 cuadras porque te informaron mal en la entrada sobre las acreditaciones para ingresar.
El festi
Es triste ver cómo bandas como Catupecu Machu atraen menos gente que un DJ yanki/japonés pero esta es la realidad. Yo estoy viejo y la música se consume así, como en Spotify: 1 tema de cumbia, 2 de rock, 5 de metal escandinavo vikingo retrofuturista y 1 más de cumbia. La oferta es tan diversa como la mente puede imaginar. Tan impactante como que Slash esté tocando en un escenario mientras Damas Gratis se presenta en el otro (que fue exactamente lo que pasó). No esperaba tener que ir al Cosquín Rock a bailar.
La oferta gastronómica es aceptable aunque el sistema de pago ridículo. Obligaban a todos a pagar a través de una billetera virtual a la que se accede por un QR en una pulsera personal por asistente porque eso «agiliza la compra y elimina las filas» (spoiler: no había lugar sin fila). Además, ¿me explican cómo tener que ir a cargar la billetera a un lugar y luego ir a comprar a otro agiliza nada? Además es imposible hacer cuentas, siempre se va a quedar la billetera con un dinero extra. Si calculabas para comprar gaseosa ibas a la barra y no tenían hielo o faltaba algún producto en la parte gastronómica. Después, terminado el festival, hay que llenar un formulario para que te devuelvan esas monedas. Es interesante cómo Palazzo respondió un posteo a Milei diciendo que los artistas aquí eran libres, porque los asistentes al espectáculo no lo fuimos, al no poder pagar con los medios de pago aceptados en todo el país.
La música
Slash no decepciona y aunque el paso del tiempo es cruel, es un gran guitarrista. Su show fue lo esperado, música noventosa bien interpretada y que, acompañada por la voz de Myles Kennedy, entregaron un espectáculo espléndido. Incluso se dieron el gusto de interpretar un cover de los Guns para contentar al público. Toda la banda acompañó interpretaciones muy bien logradas de artistas de nivel internacional, muy probablemente lo mejor que este festival ofreció. Se los mostró agradecidos y cómodos, muy profesionales también.
Molotov no sonó como debía, por momentos no se escuchaba uno de los micrófonos. En otros, cuando cantaban todos juntos sus famosos coros, era un griterío sin ningún contexto musical. Una pena teniendo en cuenta lo fuerte que suena esta banda en vivo, haciendo vibrar hasta el suelo de las sierras con sus 2 bajos y su fuerza para tocar. Igualmente no creo que les haya importado mucho, estaban bastante ebrios, confundiendo las letras por momentos y haciendo chistes al respecto. Tito hasta reconoció que estuvo borracho desde que pisó Córdoba. Antes de comenzar quizás su tema más pesado recordaron sus comienzos en ese festival y se lo dedicaron a Ricardo Iorio, lindo gesto. Duró poco, 50 minutos de show y a seguir bebiendo. Su espíritu punk sigue ahí, su música ya no.
El fin
No llegué a completar por completo otras presentaciones, ni tuve mucho interés, especialmente cuando desde lejos escuchaba autotune o ritmos electrónicos, así que no puedo reseñar todas las presentaciones. Para mi gusto, había demasiada música pre grabada y máquinas para ayudarlos a crear arte. Ese panorama no me hace tener ninguna esperanza para el futuro. Fue un festival con un oferta bastante insípida y ya no estoy para estas experiencias. Nos vemos el año que viene en el próximo.




Le peor periodista, guionista y comunicador social que leí en mi vida.
Hacenos el favor de no volver a escribir una reseña nunca más, viejo vinagre.
¿Otro virgo que se enojó porque le bardearon a Lali y al que canta con la papa en la boca? ¡Anda nabo!
¡Muy bueno el programa, sigan así!
Hola, gracias por la crónica. Por razones económicas, $79000 + comidas y bebidas (aprox $40000) me fue imposible asistir. Me resulta familiar el detalle (congestión de tránsito, precios caros de comida y bebida, música dispar en 1 u otro escenario simultáneamente, etc.) Si bien acepto las nuevas modas, creo que tengo edad en No bancarme el barro, ni que me obliguen a pagar con una billetera virtual que la conoce el fundador, su abuela y ni se si la madre … pero que nadie registra. Ahí aparece un negocio, obvio, y el servicio al pública bien gracias. Bancarme bandas que no me gustan, horas de espera para ver alguna que sí y todo lo demás que es un grano en la que te dije, me han llevado cada año que pasa a preguntarme si realmente es lindo ir a este show. Fui a divididos en el Kempes en diciembre ´23, excelente musicalmente. casi 3 horas de rock al palo. precios accesibles y te cobraban hasta con patacones … Ojalá José tomará ese ejemplo y no se fijara solamente en el negocio. Saludos.