Crónicas

Wind Rose llegó desde Italia por primera vez a nuestro país

Crónica del show brindado días atrás por los italianos en Uniclub

Eran alrededor de las 19 horas cuando llegaba al Uniclub, y la fila verdaderamente me sorprendió: se extendía hasta el Abasto, con dos cuadras de gente vistiendo camperas de cuero, ¡y algunos hasta portando cascos y martillos! Es que la atracción principal de la noche eran los pioneros del género apodado «Dwarf Metal», los Wind Rose. Desde Italia, llegaban por primera vez a la Argentina los integrantes de esta agrupación. Claudio Falconcini en la guitarra, Federico Meranda en los teclados, Francesco Cavalieri (ex Fairyland y ex Mythodea) a cargo de las voces, Cristiano Bertocchi (ex Labyrinth y ex Visión Divine) en el bajo y Federico Gatti (Ancient bards y Carnality) en la batería.

Una vez dentro, todos comenzamos a acomodarnos y a comprar nuestras cervezas. El local ya estaba casi lleno, y eso que ninguna de las bandas de la noche había comenzado a tocar aún. Siendo las 19:31 horas, Hermanos de Sangre ya tomaba el escenario. La primera banda local de la noche se presentaba en un formato acústico: dos guitarras, un bajo y un cajón peruano. Iniciaron su set con «Inhumano». Desde el comienzo, pude apreciar la conexión entre los músicos y su alta destreza al ejecutar tanto la parte instrumental como la vocal. Es una propuesta de Metal alternativo con un estilo realmente propio.

Es imprescindible destacar las armonías vocales en canciones como «Luminiscencia». La energía de la banda era palpable cuando tocaban un riff pesado, como el de «Germen». Además, mostraron una buena conexión con su público. Se podía notar que había seguidores leales entre la multitud. Sin dudas supieron manejar un set acústico en una noche que prometía estar cargada de electricidad y doble bombo.

Pecado y Tentación

Después de unos minutos sin músicos sobre el escenario, y un poco de Metal como música de fondo, a las 20:20 horas comienza a sonar una intro. En el escenario se pueden ver cinco siluetas paradas en silencio, observando al público, que ya comenzaba a animarse. En ese momento, se escucha la primera canción, que comienza con teclado y, a los pocos segundos, explota el riff de «Forbidden Zone». Las integrantes de Dogma, la segunda banda invitada de la noche, se presentan totalmente maquilladas como una especie de monjas poseídas. Mientras, toman el escenario por la fuerza con un Heavy Metal de estilo bastante clásico. Algunos tintes power metaleros y otros bastante hardrockeros. Sus estribillos, memorables, y su ejecución, realmente me sorprendieron.

Además de la estética al estilo Shock Rock, la banda mantiene sus identidades en secreto, lo cual le suma a la mística que comparten este tipo de propuestas. Sus letras hablan sobre el pecado, y las monjas rebelándose contra las reglas del convento, explorando el lado más perverso de su sexualidad.

Evidentemente tenían un público que conocía bien sus canciones y, para el tercer tema («My First Peak»), el resto del público ya estaba totalmente enganchado. Tocaron su único álbum homónimo del año 2023 casi en su totalidad, exceptuando un tema. Además, contaron con el número de un contorsionista en el escenario y un medley de clásicos de Metal («Walk», «The Trooper», «Master of Puppets», «Symphony of Destruction», «South of Heaven» y «Laid to Rest»), que fue totalmente pogeado por todos. Quedamos enardecidos de tanto escuchar buenos riffs y doble bombo.

Los Reyes Bajo La Montaña

En el interludio entre las bandas, los «seguidores del martillo» se impacientaban en el recinto. Se gritaban frases del «Señor de los Anillos», e incluso inventaron un cántico: «¡El que no salta es un elfo!». Se notaba la ansiedad de todos. Siendo las nueve y media de la noche, las luces se apagaron y comenzó a sonar la intro «Of War and Sorrow», de «Warfront», su álbum de 2022.

El público estallaba en gritos, mientras los integrantes iban ocupando su espacio en el escenario. El último en aparecer fue Francesco, vocalista y líder de los «Enanos», con una sonrisa de oreja a oreja. Exclama, entre gritos y saltos, «-¡Argentina! ¿Están listos?» . De un pisotón dan comienzo a «Army of Stone», la canción que abre su último álbum. La solidez de la banda se nota desde el primer minuto, con un estilo de Power Metal clásico con tintes Folk, especialmente en los teclados y en la forma de cantar de Francesco. Muchos estribillos a tres voces, que realmente suenan como si fueran enanos cantando sus versos de guerra.

El público se sabía las letras. Gritaba y saltaba, como si fueran un ejército de enanos. El festejo y los aplausos llenaban el recinto, y a los integrantes de Wind Rose se los veía muy sonrientes, chocando las manos de los fans, y cantando los «Ole… Ole…», junto con ellos. El vocalista volvió a dirigirse a nosotros una vez más: «Para la siguiente canción necesitamos que levanten todos sus martillos y picos…». Con la melodía de teclado, comienza «Mine mine mine», de su álbum «Winter Saga», de 2019.

En esta canción se puede notar aún más la capacidad vocal de Francesco. Se advierte que es un cantante con entrenamiento lírico. Pero lo que más sorprende es cómo puede utilizar el throat singing, aquella técnica vocal antigua utilizada tanto por los vikingos como por los mongoles, para darle ese efecto folk a las canciones.

A esta altura, el público ya estaba enardecido, alentando y cantando el nombre de Wind Rose. Fue cuando llegó el turno de una canción basada en una de las más grandes batallas de la saga Warhammer (el juego de estrategia que mezcla fantasía con ciencia ficción y del cual se inspiran algunas de las canciones, especialmente las relacionadas con los enanos). La canción es «Gates of Ekrund», y es una épica pieza que abre con teclados y coros, mientras el público acompaña con aplausos y saltos.

Después, llegaron dos canciones basadas en la inspiración lírica principal de la banda, y de muchas otras bandas del género: la obra literaria del maestro J.R. Tolkien. La primera de estas canciones se titula «The King Under The Mountain», y quizás sea mi canción favorita de Wind Rose. Es cantada a coro como un lamento de los hijos de Durin, inspirada en los acontecimientos de «El Hobbit», más específicamente en la pérdida de la mina más importante para estos enanos, Khazad-dûm. Este evento desemboca en lo que describe otra de las mejores canciones del set de la banda, «The Battle of the Five Armies».

Casi sin pausa, le sigue «The Art of War», un tema con influencias folk de la agrupación, y para dejar claro que los enanos no dudan en ir a la guerra, continúan con «Tales of War». El público estaba emocionado y entregado, disfrutando de la magnífica interpretación de estos italianos, y sumergiéndose en el mundo fantástico y épico de las canciones. El ambiente era de pura energía y pasión. Francesco y toda la banda también compartían esta energía.

Luego, llega «Together We Rise», una canción que habla sobre la unión, el compañerismo y el sentido de pertenencia que representa a los Enanos (y a los metaleros también). Entre aplausos y festejos, suena la intro del éxito de la banda. El vocalista exclama: «¿Saben cuál es la próxima canción, Argentina?!» – «I am Dwarf and I’m digging a hole…» . «Diggy Diggy Hole», una de las canciones más simples de la agrupación, pero que representa todo lo que la banda quiere comunicar. Con un estribillo tan pegadizo que si no lo sabías, lo aprendiste esa noche y lo gritaste con todo tu ser. 

Al terminar la canción, continúa la versión «Dance remix». Creo que es un logro bastante único lograr que un recinto lleno de metaleros salte con música electrónica. Al finalizar la fiesta que representa el hit de Wind Rose,los músicos comienzan a abandonar el escenario, pero todos animan para que el show continúe. En el escenario quedan Francesco y Claudio, quienes interpretan la única balada tanto de «Warfront» como del set: «Tomorrow Has Come». Los demás músicos se unen después de la mitad de la canción para terminar la power ballad con tintes medievales de una forma explosiva.

La canción que cerró la noche fue «I Am The Mountain». Todos cantamos el último estribillo, una canción que habla más sobre la autosuperación y no rendirse. Al finalizar la pieza, la banda se despidió del público y se tomó la ya obligatoria foto grupal. El vocalista proclamó al público argentino como parte de la «Dwarf Army», y se retiró prometiendo regresar pronto. ¡Alli estaremos!

Crónica: Luca Naveira
Fotografías: Facundo Rodríguez

Galería de Fotos:

Luca Naveira

Luca Naveira

Melómano, cantante, fanático del metal en todas sus formas. Me parece importantísimo difundir y dar a conocer un poco más está expresión musical con tantas historias y mensajes.

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