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The Boggeyman: Cuando suena Rob Zombie, los buenos mueren

Un grupo de jóvenes persiguen un mito cuando su auto se extravía en una zona rural. Un grupo de personas se detiene a descansar en la carretera y son secuestrados por una pandilla de psicópatas. Una locutora de radio recibe una extraña grabación antigua que logra atormentarla con macabras visiones sobre las Brujas de Salem. Suena metal de fondo. Suena Rob Zombie. Y cuando suena Rob Zombie, los buenos mueren.

Un antagonista de culto

Cuando pienso en la fuerte relación que hay entre el cine de terror y el metal, se me vienen a la cabeza muchísimos ejemplos. Por mencionar algunos, Dokken formando parte de la banda sonora de A Nightmare on Elm Street 3 yPossessed con su canción The Exorcist. Ni hablar de la influencia que el primer cine de terror tuvo sobre Black Sabbath.

Rob Zombie no solo inspira sus letras en el terror, tiene una fuerte conexión más directa que los demás: también es director de cine. Específicamente, su filmografía compuesta de 8 películas está dedicada enteramente al género de terror. Y es que Robert Cummings es un aficionado al cine clásico de terror de los ’70 y ’80, donde basa su estilo, se mantiene firme con el pasar de los años y anteponiéndose a los cambios que se dan en el mercado del séptimo arte.

Rob Zombie
En su música, el cine de terror cobra vida

No solo sus películas se mantienen fieles al estilo de cine de clase B. En su música, de estilo alternativo e industrial, predominan en sus siete discos los temas referidos a Drácula, Frankenstein, zombies, extraterrestres, cultos satánicos, y psicópatas. Acompaña a esto una estética un tanto carnival y pop art, que lo hacen destacar sobre otros artistas de la escena. Igual que su gusto cinematográfico y obras, pocos son sus seguidores en comparación a otros, convirtiendo al director en un exponente único y de culto.

Una declaración de intenciones sin paliativos

Fue en el año 2000 donde Rob Zombie comenzó su carrera cinematográfica dirigiendo La Casa de los Mil Cuerpos. Lanzó su disco solista Hellbilly Deluxe dos años antes, comenzando una etapa artística exitosa y se adentraba en el cine con un largometraje violento, extravagante. En el presentaría la estética visual de toda su carrera, de carácter “underground” con elementos que encontraríamos una y otra vez en sus creaciones personales. Estas características lo mantendrían alejado de todo posible estreno al film, debido a que la obra era un tanto particular para el común de la gente, dotada de elementos de tortura, necrofilia, ritos satánicos y canibalismo que la convertían en un tratado sin concesiones de la violencia, sin caer en clichés de gatillo fácil, utilizando la condición de gore de la película para perfilar un discurso personalísimo sobre la reivindicación de un arte que muy pocos se atreven a mostrar.

La historia sobre los Fireflies y Mr. y su museo de freaks no vería la luz hasta el año 2003. En ese momento, Lionsgate decidió apostar por la distribución y estreno del film, manteniendo el tono original. La cinta fue un éxito, ya que recaudó más del doble que su presupuesto original.

En el ínterin el artista publicaría su segundo disco solista, The Sinister Urge. El nombre del disco proviene de la película dirigida por Ed Wood en 1961. Ahí podemos encontrar referencias al género de terror como Dead Girl Superstar o el último tema, House of 1000 corpses, sobre su primera película.

Un renegado fiel a su estilo

Para el año 2005 el músico y director continuaría con sus producciones y estrenaría la continuación de su primera cinta, The Devil’s Rejects. En ella seguiríamos conociendo la historia de los protagonistas de la primera entrega. Tuvo una recepción aún más positiva que su predecesora y mejor éxito económico. Rob consolidaba su estilo, afianzándose como director y ganándose la confianza de Warner, que le delegarían Halloween: el origen (2007) y Halloween II (2009). Para ese entonces su tercer disco de estudio, Educated Horses, había visto la luz en el año 2006, con dos temas a destacar: The Devil’s Rejects y Lords of Salem, alusiones a su última y próxima película.

La melodía del mal

En el 2012 Rob Zombie estrenaría The Lords of Salem. Con un presupuesto siete veces más pequeño que sus primeras películas, el director obtendría críticas variadas y no tan positivas como con sus entregas anteriores. Y es que The Lords of Salem es una oda experimental al mal absoluto. Cultismo, caza de brujas y el retorcer de la mente ante una poderosa maldición antigua en Salem. Un mapa paradigmático de realismo grotesco, comparado incluso con el clásico El Bebé de Rosemary, con quien comparte el concepto de la llegada del Anticristo. Con tintes de horror sobrenatural y abstracto, nos remite a los principios filmográficos del director. Influenciada por directores como Kubrick y Polanski, no tiene una moraleja final, solo busca lograr una sensación de incomodidad y horror que la caracteriza. Incluso presenta una melodía «diabólica» que nos remite al tritono, a la «melodía del Diablo» que escuchamos en la canción homónima de Black Sabbath.

Violencia por violencia

Corre el año 2016 y el director estrena 31, un largometraje donde 5 artistas de circo son secuestrados por una pandilla de psicópatas. La premisa es básica y carente de complejidad: los 5 secuestrados deben sobrevivir en Murder World durante doce horas, mientras un grupo de espectadores y directores del evento largan uno tras otro a una serie de asesinos que se tornan cada vez más bizarros y violentos que los anteriores con el pasar de los minutos. La película cuenta con escenas de violencia explícita de todo tipo, y un ritmo constante marcado por el frenesí de la supervivencia.

La llamada final del Infierno

En el 2018, Zombie decidió apostar por la última parte de su ópera prima, bajo el título de 3 From Hell. La película que concluye la historia de la familia de los Fireflies se rodaría durante el año, pero no se estrenaría hasta 2019 ya que su post-producción se vería demorada hasta que el músico y director finalizara su gira musical junto a Marilyn Manson. En la cinta, vemos una serie de escenas de violencia nuevamente desmedida que se suceden una tras otra hasta llegar al clímax óptimo y grotesco para dar cierre tras 16 años a la historia que definió un estilo y mantuvo viva la esencia del cine underground.

Valores que no se pierden

Muchos artistas y directores evolucionan cuando el mercado cambia. Hay elementos sociales y morales que definen lo que está bien, lo que está mal, aquello aceptable y lo repudiado por los observadores.

Muy seguido encontramos en el cine de terror premisas como “la buena joven cristiana sobrevive al asesino en serie” o “el pandillero es el primero en morir”. Podemos ver estas pautas marcadas en las dos entregas de Halloween que dirigió Robert Cummings bajo el sello de una productora de renombre. Sin embargo, y a pesar de eso, su estilo tras estas entregas se mantuvo fiel a sus orígenes, demostrando que a veces el cliché no proviene de la creatividad del director, sino de la necesidad de la productora de lograr un éxito masivo en ventas, sin importar la mirada del creador de la obra. Rob Zombie se mantiene real y fiel a sus principios, aunque pasen los años. Sabemos que cuando toma su lugar en la silla del director, el mito del Boogeyman se vuelve real.

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Facundo Rodriguez

Fotógrafo. Ex estudiante de cine y FX. Fan de la ciencia ficción y la literatura fantástica. Cada tanto escribo sobre lo que me gusta. No importa la rama del Metal, siempre que haya Metal sonando.

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