En el Oeste del Conurbano se vivió una atmósfera vintage

Fue de la mano de Physical Graffiti, banda tributo a Led Zeppelin

La agrupación argentina Physical Graffiti homenajeó a la icónica banda británica, aquella que revolucionó el Rock and Roll de los años ’70s, Led Zeppelin. Recrearon en vivo el show “The Song Remains the Same”, con sello propio, pero sin descuidar las cualidades de los legendarios músicos Ingleses. Desde los movimientos en el escenario hasta el vestuario en sí, todo logró aflorar los sentidos del público asistente. La cita fue en El Teatro Gran Ituzaingó, Mariano Acosta 55 en el Oeste del Conurbano Bonaerense. Las puertas se abrieron a las 20:00 horas.

La magia vintage se hizo presente

De a poco se fue llenando el teatro con gente de diferentes generaciones, la mayoría devotas de esta banda local que recrea perfectamente a la legendaria agrupación inglesa. A las 20:45 se corrió el telón y el amanecer de show fue con el clásico «Rock and Roll», que es un tema que muchas bandas han adoptado como canción de comienzo de sus presentaciones. Es un track list que representa a la perfección el sentimiento que uno tiene al escuchar Rock and Roll: alegría, libertad, adrenalina, etc. Y así lo vivió el público desde sus butacas, levantando las manos, agitando sus cabelleras, acompañando los acordes con movimientos corporales.

«Black Dog» fue otro de los clásicos que sonó, donde el vocalista Facundo Casale realizó una interpretación perfecta. Lo hizo cuidando cada detalle, y con un vestuario muy particular, el mismo que se usaba para ese entonces en los años ’70s. El mismísimo Bon Scott, ex vocalista de ACDC, poseía ese estilo de Outfit.

Un momento para bajar la adrenalina, cerrar los ojos y disfrutar de los riffs, llegó cuando el guitarrista Santiago Kazlauskas acarició el sistema auditivo de los presentes. El mismo iba in crescendo, y continuando con el hechizo, interpretó el track list “Dazed And Confused”, con la particularidad para el asombro de los presentes, con una guitarra con arco. Finalizó esa performance con un cerrado aplauso y del todo el recinto, en la agradable noche del Oeste.

Culminó con clásicos memorables

El fin del show se acercaba cada vez más, y la mejor manera de despedirse fue con clásicos históricos de la banda, que aún perduran en el tiempo. Ignacio Cuneo en la batería interpretó a la perfección el tema «Moby Dick», donde hubo un aplauso cerrado del público tras su performance, Santiago y su fiel amiga de dos mástiles comenzaron los acordes, la gente sintió susurrar sus oídos, y con la voz de Facundo se dio lugar a «Stairway to Heaven». Un tema extenso, pero que vale la pena disfrutar una y otra vez.

Luego llegó la infaltable “Whole Lotta Love”. Para ese entonces, el público ya había abandonado sus butacas como quien rompe con las cadenas imaginarias que nos mantenían en ese sitio, y desenfrenadamente acompaño cantando a viva voz. Ahí si se dispusieron a despedirse, pero el público pidió una más, y el pedido fue concedido. Cerraron con “Inmigrant Song” a pura fiesta. Veinte minutos antes de las once de la noche, culminó el show.

Vivimos una verdadera noche clásica de Rock de los años ’70s. Para destacar los cuidados detalles por parte de esta banda tributo a Led Zeppelin, que nos hizo viajar imaginariamente al año 1973, al mismo Madison Square Garden. De parte del staff de Vientos de Poder, estamos muy agradecidos a Gaby Sisti y al señor Pablo Noguera por la acreditación a este show.

Crónica: Sergio Silva
Fotografías: Martes Rubi

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