The Night Flight Orchestra: un vuelo hacia las épocas doradas del Rock
Crónica del show realizado por los europeos días atrás en nuestro país
El pasado 28 de abril de 2024 se presentó la banda sueca de hard rock The Night Flight Orchestra, quienes nos brindaron un show de elegancia, maestría, y con muchas instancias preponderantes. Por un intervalo de tiempo, nos hicieron olvidar de la cotineidad de la finalización del domingo porteño. Todo esto aconteció en El Teatrito, ubicado en Sarmiento 1752, y las bandas invitadas fueron Karkaman y Bangkok. Las puertas fueron abiertas a las siete de la tarde.
Karkaman, el Rock vistió a la noche con extravagancia y energía
Pasados diez minutos de las siete y media de la tarde, se presentó esta agrupación. El bombo fue el artífice de la introducción al show. Los músicos tuvieron la particularidad de que estuvieron lookeados de elegante sports. Es más, uno de los guitarristas, Marcelo Toth, me hizo recordar al legendario Angus Young de la banda AC/DC. El comienzo de la performance fue con «La Señal» y «Storm Bringer». Diego Padial, con su voz melódica, traspasó los límites del recinto y logró atraer a los transeúntes que circulaban por los alrededores del Teatrito. De a poco la gente se iba acoplando al ritmo rockero de la performance.
Continuando con el set list, el frontman comenzó a hacer palmas y pidió a la gente que lo siga. Ahí el público se copó y comenzó a acompañar, y Diego comenzó a entonar el tema «Donde se Oculta el Sol». Llegó luego la instancia de que nos distraigan con un cover. Es así que nos brindaron el tema «Nos Siguen Pegando Abajo» de la leyenda argentina del Rock, Charly Garcia. Diego Padial en el transcurso de la noche llamó a Marcelo al centro del escenario, y nos dejó con el flamante guitarrista, quien nos brindó unos acordes mágicos. Y el cierre fué con un popurri, donde incluyeron a Black Sabbath y Led Zeppelin. Pasados diez minutos de las ocho finalizaron el show.

Bangkok, corrientes hardrockeras bajaron del Paraná
A las ocho y media exactas, esta banda de origen santafesino comenzó su show. Pablo Vitantonio, en guitarra y voz, tomó el mando de la presentación. Están presentando su último trabajo discográfico, llamado «Madness», de gran repercusión en Europa y Asia. El inicio fue con «Lagrimas» y «Tres Deseos». Con respecto al público, se mostraba cada vez más festivo con el correr de los minutos, y el apoyo se acrecentaba considerablemente hacia mitad del espectáculo.
Con respecto a la performance, se visualizaba de fondo la tapa del álbum, con muchísimo colorido. La gente cantaba la mayoría de los temas, contagiada por los riffs preponderantes de las guitarras. El final nos trajo las canciones «Matar o Morir» y «Cartas del Destino», como los temas de cierre. A las nueve de la noche finalizaron el show.

The Night Flight Orchestra, el vuelo de los embajadores del AOR
Pasados las nueve y media de la noche, salió al escenario la agrupación sueca con sus bellas coristas. Llegaron en el marco del Death To False AOR Latin America Tour 2024, que los llevó a aterrizar también en Brasil y Chile. La particularidad de la agrupación es que están vestidos con atuendos de aviación, a lo mismo que las coristas que estuvieron de azafatas. Podemos afirmar que nuestras retinas tuvieron un banquete visual por excelencia.
Arrancaron con mucha contundencia, con «Midnigth Flyer» y «Sometimes The World Ain’t Enough», donde las antes mencionadas acompañaban con movimientos corporales cada acorde. Björn Strid en la voz fue el principal artífice del show y el que arengó a la gente a que cante y baile, porque el recital dió para esas instancias de bailar. Nos llevaron a los sonidos clásicos de bandas ochentosas, que poseen hits radiales, de artistas como Genesis, Survivor, Yes, Toto, Kiss entre otras.

Gemas musicales como «Gemini» y «Something Mysterious» generaron un clima en El Teatrito que era candente y alegre a la vez. Las voces de los espectadores se entremezclaban para formar un cóctel explosivo y ochentoso, con los sonidos legendarios de las épocas doradas del Rock. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando interpretaron «The Last of the Independent Romantics», en homenaje a David Andersson unos de los miembros fundadores, ex compañero del vocalisa en Soilwork, fallecido hace unos años.
Pasados cinco minutos de las diez y media hicieron un break, y la gente comenzó a cantar «¡Ole, ole, ole, ola! Oh, soy de Nigth Flight, es un sentimiento, no puedo parar». El regreso de los musicos dejó tres hits explosivos, «Living for the Nigth Time», que erizó la piel de todos por los sonidos similares a la banda Survivor, «Stiletto», otro hit más de los primeros discos, y el cierre a toda orquesta fue con «West Ruth Ave», donde la gente formó un círculo, y corrían tomados de los hombros como si estuvieran en festivales familiares. Todo muy descontracturado y festivo. Alrededor de las once de la noche, finalizaron la performance.

Podemos afirmar con razón que el AOR sigue más vivo que nunca de la mano de esta armada sueca, que sobrevuela los cielos, dejando una estela hardrockera en el firmamento. Estamos muy agradecidos a Marcela Scorca, de Icarus Music, por la acreditación al show.
Crónica: Sergio Silva
Fotografías: Leticia Villalba
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