Apocalyptica vuelve a reversionar a Metallica ¿Éxito o fracaso?
A treinta años de sus comienzos, los oriundos de Helsinki volvieron a repetir una fórmula que en el pasado, fue asombrosa
Hubo una época en la que Apocalyptica era una banda sorprendente, innovadora y atípica. Lo sigue siendo, por supuesto, en carácter de ser la única banda compuesta por cuatro chelistas que hacen música a puro headbang. En sus comienzos, allá por 1996, su primer álbum “Plays Metallica by four cellos” fue algo que sorprendió al público metalero. Siempre se asocia la música clásica al metal, por supuesto, y Metallica es un grandísimo ejemplo de que van de la mano (“S&M”). Y si Beethoven hubiese sido contemporáneo, sabemos de qué lado de la mecha se hubiese encontrado.
Con el paso del tiempo la banda siguió sacando discos, con algunos covers como “Refuse/Resist” pero también sumando, mayormente, composiciones propias. En “Reflections” del 2003 Incorporaron a Dave Lombardo como sesionista ocasional en los temas más pesados. Con el lanzamiento de “Apocalyptica” en el 2005 sumaron vocalistas, al igual que en su sucesor, “Worlds Collide” que tuvo entre sus colaboraciones más destacadas a Corey Taylor y Till Lindemann. Siguiendo con esa línea, “Shadowmakers” tuvo un solo vocalista y hasta ahí llegaron con las innovaciones.
Hubo una pausa en el estudio hasta el 2020, cuando lanzaron “Cell-0”, el primer álbum enteramente instrumental en 17 años, volviendo a la raíz. Con esto, la banda ya contaba un amplio repertorio musical para tocar en vivo, con o sin vocales, covers o propios. Varios intentaron imitarlos, todos quedaron en el camino (como Primitivity y su álbum “Plays Megadeth for cello”). A casi 30 años de su primer álbum, y hace tan solo 24 horas, Apocalyptica volvió después de cinco años y lanzaron su décimo álbum, el que nadie pidió, porque nadie necesitaba: “Plays Metallica vol. 2”.
¿Se quedaron sin ideas?
El álbum suena espectacular, aunque hace aguas en varias ocasiones y no aporta nada nuevo. Lo más sólido: “Ride the Lightning”, “Blackened” (con Dave Lombardo, fórmula exitosa) y los instrumentales, “To Live is to Die” y “The Call of Ktulu”. Ahí dejamos de contar. Re-lanzaban su primer álbum por los 30 años (aunque faltan 2 para esto) en una edición especial y era lo mismo. “The Unforgiven II” le da el toque melódico que les calza a la perfección por el estilo de la banda. “St. Anger» es la elección más jugada para hacer de cover y, aunque suena épica, parece un tema propio, no de la banda. “Holier than Thou” no dice nada al lado de la espectacular colaboración de Robert Trujillo en “The Four Horsemen”, que para el final se cae porque le pusieron un popurrí que la tira abajo.
Y como remate, cierran con “One”, pero es una versión que dura 2 minutos más que la original, a un ritmo letárgico y con James Hetfield recitando la letra por encima de los cellos, a un ritmo muy pausado. No funciona, y hasta desilusiona, porque la banda ya de por sí interpreta las partes vocales de forma instrumental, y van más rápido que el vocalista mismo. Una siesta de casi diez minutos. La idea era buena, pero si el concepto era que transmitiera la oscuridad y desesperación de quien protagoniza esa icónica historia de Metallica, lograron el efecto contrario. Tendrían que aprender de Phil Anselmo y su “Rock’n’Roll Manifesto” de la magazine Visions, donde recita la letra de “It’s a long way to the Top if you wanna Rock’n’Roll”.
¿A dónde va esto? A 30 años de darse a conocer con un éxito compuesto por covers, ¿Es un retroceso creativo? ¿Acaso Apocalyptica se quedó sin ideas? La espera fue larga, fueron 5 años desde “Cell-0” para caer en el “éxito amateur” que disparó la carrera de la banda, que podría haber llegado en edición «deluxe» por un aniversario. Por el momento, solo podemos disfrutar de los nuevos covers de una auténtica banda de Cello Metal.
