Lorihen vuelve al Teatro Flores para presentar “La Magia del Caos”
Será la vuelta al templo metalero de Flores después de 6 años
Lörihen, la reconocida banda de Heavy/Power Metal formada por Emiliano Obregón a mediados de los ‘90, lleva ya casi 30 años haciendo música con una constante increíble. A fines del año pasado lanzaron “La Magia del Caos”, un disco escrito desde el corazón y las vivencias de sus músicos, que conecta y tracciona a generaciones de oyentes como pocas bandas pueden lograr.
Con tantos años en la escena, la rueda no para de girar. La banda se mantiene en la búsqueda de una constante evolución musical, sin dejar de lado el mensaje que buscan transmitir ni la esencia de su arte. Aprovechamos para volver a charlar con Emiliano, miembro fundador, líder y principal compositor de la agrupación, a menos de veinte días de una nueva presentación en el Teatro Flores. Este recinto es de los más importantes en Buenos Aires, y será el primero en seis años desde el show que supo acompañar a WarCry en el 2018.
– ¡Hola Emi! Es todo un gusto poder estar compartiendo este tiempo con vos. Como medio especializado, se valoran todas estas experiencias y charlas.
Gracias, lo mismo digo. Hace falta que cada vez más medios se metan en todo esto para ver lo que hacen las bandas de Heavy Metal en Argentina.
Como banda que nace en 1996, Lörihen viene de una época más “analógica” donde la comunicación del proyecto y mantener un grupo estable de seguidores se valía de otros esfuerzos.
– Mirando un poco hacia atrás desde la salida de “La Magia del Caos”, ¿ha sumado el nuevo disco otros oyentes? ¿Se percibe hoy de otra manera el lanzamiento de un nuevo disco?
Bueno, en las bandas que llevamos casi 30 años de carrera hay un recambio generacional obligado. Nosotros arrancamos casi con 20 años, nuestro público era contemporáneo o más grande que nosotros. Hoy es gente de 55, 58 años que están en otra sintonía. Aggiornarse a las generaciones para sumar oyentes es algo obligatorio. Si la propuesta que uno tiene no calza dentro de otras generaciones, te quedas en el camino. Como banda, siempre buscamos actualizarnos. No en la “tendencia musical” porque lo que hacemos no es tendencioso, todo lo contrario. Pero obviamente, la comunicación, el mensaje, las redes, las maneras. Buscamos estar a la orden del día.
– En los últimos shows realizados en la Ciudad de Buenos Aires, este cambio generacional era notorio. Tanto en el Vorterix, como en el Metallum X, la banda contaba con cuatro, cinco generaciones entre sus oyentes.
Va un poco de la mano con lo que te decía recién. Esto se logra entendiendo hacia dónde va el movimiento. Quizás como estrategia, partiendo de la experiencia de la banda. No quedarse solamente en el estudio, en el streaming, con la facilidad de las nuevas herramientas. Conectar tanto con quienes tienen 50, 60 años, y que asisten con sus hijos, con su familia, a los shows. Más allá del beneficio económico que puede traer, el redito está en eso: encontrar gente de varias generaciones que nos sigue a todos lados y que alimenta el proyecto.
El cambio generacional dentro de la escena: una rueda que sigue girando
Por supuesto, este cambio generacional que menciona Emiliano se produce arriba y abajo del escenario. El músico nos cuenta que de lado se dejan cosas fundamentales, como el rédito económico que puede dejar una presentación, para tener llegada a un público que no todas las bandas pueden tener. Sumar presentaciones en el interior, con 50, 100 o solo 150 personas, para Lörihen es un aporte fundamental. Puede no rendir económicamente el esfuerzo que hace la banda para llegar al interior, pero es no dejar de lado a aquellos que supieron acompañar durante tantos años. Es una devolución de la banda hacia su público.
– ¿Cómo ves hoy la escena metalera actual, en nuestro país?
Bien, pero con una concepción muy diferente a la que teníamos en nuestra época. Nosotros nos valemos de estas cosas que te comento. Para mí es un triunfo encontrarme con 80 personas en un show en Tandil, ir a Catamarca y que digan “los vi en Tucumán en el 2003, me acompañan de toda la vida”. Es un retorno que te paga y le da el valor que no le puede dar ni toda la plata del mundo. Para las bandas más nuevas, se hace muy cuesta arriba. Primero, por la cantidad de información que consumimos. Hoy tocás un botón y estás escuchando Doom Metal sudafricano en dos segundos. En los ‘90 era imposible, con suerte te llegaba un cassette de rebote de alguna banda que sonaba de afuera. Antes era más difícil la comunicación.
Siguiendo con esta idea, el líder de Lörihen nos explica su punto de vista: «hay un umbral de frustración más corto, al no encontrar una retribución inmediata, por más que uno siga todos los pasos. Comprarse una viola, estudiar cinco años, formar una banda. Componer varias canciones y en un año estar metiendo 200 personas en un show. Es imposible».
Con el auge del consumo digital, y la tendencia de las nuevas generaciones a normalizar el show a distancia, sumar tantas presentaciones en una banda como Lörihen se vuelve más meritorio todavía: «Hoy podés ver el Wacken sentado en el sillón, en 4k sin moverte de tu casa. Tenés que lograr atraer a esa gente al show. Por eso nos valemos mucho de las personas que se acercan. Por más que sean pocas, y no rinda hacer 400 kilómetros con 8 personas y el backline, te permite que el proyecto siga vivo. Ahí entran en juego otras cosas: el merchandising, la remera, el disco, generar un sentido de pertenencia.»
Explica que hay una cuestión de saber soltar, por parte de las bandas más antiguas de la escena. «A algunas bandas les cuesta esto de pasar la posta a otras emergentes. Pero tiene que pasar. Si un artista baja la cortina, y no hay nadie para reemplazarlo, la rueda deja de girar, y la escena se estanca».
– En esta búsqueda de prevalecer, más allá de mantener a los viejos oyentes, sino de captar nuevos, ¿Hay una pérdida de seguidores por los cambios que se dan?
Por supuesto. En todo ese proceso hay un montón de cosas que tiene que ver con la introspeccion y con lo que uno tiene ganas y necesidad de hacer y decir. Lo que no tenemos que olvidarnos nunca es que uno hace esto porque siente la necesidad de hacerlo o le llena una parte del espiritu, del alma. No cualquiera se sienta a escribir musica. No todos tienen la capacidad. Y no todos tienen tambien la capacidad de darle un cause comercial para que no quede en un proyecto de living.
Para Emiliano, «tiene que haber un balance y tiene que tener un sentido de autenticidad en lo que uno hace». Porque el producto o la musica que sale premeditada, hecha a medida, generalmente tiene poco vuelo y queda en la nada. Es muy dificil que una cancion que no esta hecha desde las tripas se convierta en un clasico, o logre perdurar por dos o tres generaciones. Es muy dificil.
– A través de su música, ¿Qué mensaje buscan dejarle a los oyentes?
Inconscientemente, Lörihen es una banda que termina teniendo muchos temas de autoayuda. Yo soy de escribir siempre desde el corazón, de situaciones que me han dejado muchas enseñanzas. Trato de hacerlo usando metaforas y siendo elegante. Busco dejar una cancion que le sirva a una persona que pasa por lo mismo. «La Magia del Caos» fue compuesto en la pandemia, en soledad, literalmente. Creo que esos años nos dejaron una enseñanza a todos los que quedamos en pie.
Sobre la composición, el músico agrega: «Buscamos ir mas a la fuente de este genero. Volvimos a ser una banda de una viola, hay menos recurso armonico, hay menos posibilidad en vivo de hacer violas con terceras superpuestas, de tener una ritmica y una melodia arriba. Se busco ser mas concreto con todo lo que tiene que ver con la composicion. Con la parte de las letras se busco tener la profundidad con la que suelo escribir. En esta oportunidad se sumo Christian también, siendo el primer disco que graba. El ha compuesto muchisimas de las canciones de Helker y puede aportar desde lo melódico y lírico, me parecio super interesante que lo hiciera. Escribe muy bien, varios son de su autoría.»
La vuelta al Teatro Flores
Tras presentar “La Magia del Caos” en el Teatro Vorterix en diciembre de 2023, y una serie de presentaciones en Buenos Aires, la banda comenzó un tour que los llevó por varias partes del país y que el próximo 14 de septiembre los vuelve a poner en el escenario del Teatro Flores, ante casi dos mil personas. Emiliano nos cuenta que, a esta altura del año, con cerca de 30 shows encima, la banda se encuentra afiladísima. Más que un repaso, o un ajuste de setlist, las horas de estudio se vuelven ensayo, se suman a las horas arriba del escenario y se transforman en una confianza que se nota y se ve clara cuando se abre el telón. Esto vuelve a cada show, una oportunidad más para enaltecer a la banda y seguir creciendo.
Sobre esto, el músico nos comenta: «Cada evento de este tipo… Cada Vorterix, cada Flores, cada Broadway, son eventos únicos. Conllevan un montón de esfuerzo en todo sentido: económico, mental, y físico. Pero lo que viene después es ver la foto de final de show con el recinto lleno, o medio lleno, con un montón de gente que te va a ver, a escuchar, y eso es una recarga de energías. Te permite seguir adelante y traccionar de otra manera también. Das un paso más hacia arriba. con todos los Vorterix que hicimos hubo una conexión especial. El Broadway fue un salto enorme que dimos, un desafío muy grande. Y ahora viene el flores, que es lo mismo. En un año tan picante y complicado con todo lo económico, tomar un desafío así, para una banda, creo que implica o trae aparejado un cambio en cómo va a seguir manejándose».
La fecha promete ser una fiesta de Heavy y Power Metal. Con el acompañamiento de las bandas invitadas Reytoro, Crepar y León de Praga, Lörihen dará otro paso hacia lo alto de su historia. No te olvides de conseguir tus entradas, disponibles en Sistema Passline a través de este enlace.