Udo celebró los 40 años de «Balls to the Wall» en Argentina
Una cita con la historia viviente de nuestro amado género
Esta noche prometía ser una fiesta metálica. La razón es simple: regresaba a nuestro país el señor Udo Dirkschneider. Lo hacía en el marco de la gira aniversario de uno de los discos insignia del movimiento metalero. Estamos hablando de “Balls To The Wall”, del gigante teutónico Accept, quienes hace 40 años supieron definir el género, convirtiéndose en un clásico eterno para cualquier metalero.
Esta vez el vocalista alemán llegaba acompañado por una banda de altísimo nivel. Entre ellos estaba el histórico Peter Baltes, quien fuera bajista y casi fundador de Accept desde 1978. Luego en bateria estaba el hijo de Udo, Sven Dirkschneider, y en las hachas Andrey Smirnov y Dee Dammers. Trajeron un show cargado de sentimiento, energía, y esos riffs que nunca van a morir.
El comienzo con Helker
Eran casi las 19 horas, y ya me encontraba rondando el recinto donde tantas veces sonó nuestro querido Heavy Metal. Me refiero al Teatro Flores. Al entrar, el local todavía se encontraba casi vacío: había 20 personas en la valla, y otras tantas entrando y rondando el puesto de merchandising y la barra. No fue hasta 40 minutos después de la apertura de las puertas que sonó la intro de la banda invitada, que dio paso al riff que dio comienzo al evento.
Se trataba de Helker, un grupo con ya 25 años de trayectoria, cuyo sonido oscila entre el Heavy Metal clásico, el Hard Rock y el Power Metal. Dieron un set breve pero potente. Se pudieron escuchar clásicos como “Basurero Nuclear” y “Soy el Fuego”, así como temas de su último trabajo, “Cara o Cruz”, o “El Bien y el Mal”. Increíbles músicos con mucha energía y dedicación.
Rápido como Tiburón
La ansiedad se podía palpar en el Teatro, que ya estaba casi lleno. Eran casi las 21 horas, pero fue hasta cinco minutos después de la hora pactada que se escuchó, sin la intro clásica, el chirrido que da inicio a uno de los más grandes clásicos del metal. Asi Udo y su banda entraban al escenario con «Fast as a Shark» del álbum «Restless and Wild» (1982). El Teatro explotaba en saltos y headbang. Todos festejábamos a la banda y al vocalista: «UDO! UDO! UDO!».
Con una mueca y señalando al público, la banda dio comienzo a un riff que los encontró a todos coreando a todo pulmón, una situación que se iba a repetir casi con cada canción de este ser. «Hey you, come on!!!» era «Midnight Mover», del absoluto clásico «Metal Heart» (1985). Así como terminó la pieza, siguió «Breaker», de su álbum homónimo del año 81. De nuevo las secciones melódicas de guitarra y los riffs en voz del público resonaban como si fueran un instrumento, con el estribillo «He’s The Breaker, He’s The Taker…». Es que también se trata de un himno.
«Living for Tonight» y «Princess of the Dawn» le siguieron, con el clásico coro al unísono de la melodía de guitarra en la sección media de «Princess». En un momento, el vocalista pide que continuemos coreando, y la banda se detiene mientras la gente va subiendo cada vez más el volumen. Se podían ver las expresiones de felicidad en cada uno de los miembros de la banda.
El guardián de la noche
La banda dejó el escenario unos minutos, y se escuchó una voz diciendo: “Dirkschneider presenta los 40 años de ‘Balls To The Wall’”, y explotó el riff del tema homónimo. Se trata del mayor éxito de Accept, un verdadero himno metálico que ha llegado a por lo menos tres generaciones distintas. Esto se podía ver en el público: gente de más de 50 años y niños menores de 10, todos con el puño en alto gritando el estribillo una vez más.
Tocaron el álbum en su totalidad, todas y cada una de las 10 canciones que lo conforman, desde la agresiva “London Leather Boys” hasta la melancólica “Winterdreams”. Mi momento favorito de la noche llegó con uno de mis temas predilectos de Accept: “Guardian of the Night”. El público y la banda compartieron la misma energía durante todo el recorrido. A pesar de su edad, Udo demostró por qué es un frontman tan representativo dentro del género metálico.
Al terminar el set del clásico álbum, Udo exclamó “You want more?”. Y sí, todos queríamos más. Entre risas, continuaron con “Up to the Limit”… antes de cerrar el frontman continuaba desafiando al público “¿Siguen queriendo más? Do you feel the burning?». Y “Burning” fue la canción hardrockera con la que cerraron esta verdadera fiesta de puro agite. Allí pude ver cómo el mítico bajista le acercaba una púa a un nene que festejaba, y entre festejos y cánticos, la banda se despidió de su público con la foto grupal. ¡Fue una cita con la historia viviente del género!
Crónica: Luca Naveira
Fotografías: María Belén Bautista
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