Carcass volvió a conmover los cimientos del suelo argentino


En el marco de su tan esperada gira latinoamericana, Carcass hizo su triunfal retorno a Argentina. Sacudió los cimientos del emblemático Teatro Flores en una noche cargada de death metal clásico, emociones intensas y pura malaleche. Tras seis años de ausencia, los fieles seguidores argentinos finalmente tuvieron la oportunidad de presenciar el regreso de la legendaria banda británica. Se presentaron con una formación casi intacta. Encabezada por Bill Steer en la guitarra y coros, Jeff Walker en el bajo y voz,y las incorporaciones de Daniel Wilding en la batería y Nippy Blackford en la guitarra, quien ocupó el lugar dejado por la triste partida de Ben Ash en 2018.

Desde Vientos de Poder, pudimos estar presentes y te contamos todos los detalles de una noche que marcó un diktat y un capítulo aparte en la historia del Death Metal en Argentina.

Como viene siendo ya una costumbre bastante instalada en los últimos tiempos, la convocatoria es vespertina. Tras un día complicado por las diligencias de la vida cotidiana, pude sortear las vicisitudes del trabajo y llegar temprano. La primera impresión de la escena en la esquina fue flagrante: una composición de gente mayoritariamente adulta; quiero decir, más de 40, 50 años. No puede negarse que Carcass tracciona mayoritariamente este grupo etario, de viejos clásicos escuchas del Death.

El Prolegómeno: Lesa Humanidad debuta en el Teatro de Flores

La primera banda que inaugura la noche es Lesa Humanidad, debutando en el Teatro Flores, por un laburo denodado y sostenido militando las cadencias malaleche. Esta denodada insistencia tuvo sus frutos y finalmente se materializó en su merecido y muy bien ganado lugar. Abren su concierto con «Incipiente producto descartable», marcando la impronta putrefacta de esta noche y estableciendo, de inmediato, la atmósfera violenta, característica de la velada.  Siguieron con «absoluta decadencia» y «virulencia industrializada», cerrando esta primera trinidad con «Crueldad inmoral» y «Oscuro final».

Con este pulso abnegado, Lesa Humanidad consolidó su lugar en el escenario. Un vocalista entregado al headbanging y saltos frenéticos, mientras que los músicos mostraban una actitud firme y guerrera. Tocando «Voceros del Engaño», la banda cerró su actuación, dejando un por demás electrificado escenario preparado para los siguientes actos.

Segundo round: Climatic Terra añade nuevos ribetes al Death Metal local


Con la energía aún palpitando en el aire, el escenario fue tomado por Climatic Terra. Una banda que ha labrado su camino en la escena local con su poderoso sonido y la imponente presencia de Silvina Harris en las voces. Desde el primer acorde de «Don’t Touch Me», la banda estableció su dominio sobre el escenario. Envolvieron al público en una vorágine de sonidos contundentes y letras que resonaban con una intensidad visceral. Con algunas dificultades técnicas que dificultaron dilucidar los sonidos de las guitarras, la fuerza de la banda prevaleció con temas como «Pollution» y «Manipulators». 

Antes de comenzar a interpretar su tema “Fucking System”, Silvina presenta, exultante, la incorporación de su nuevo baterista, directamente de la provincia de Chaco. De esta manera, Climatic Terra cerró su set con un par de temas explosivos, incluyendo «Scars of Brutality» y «Expansion of Fire», con buena ejecución y una performance destacable como signo recurrente de sus presentaciones.

Entropía y Death Metal: Carcass toma el escenario

El murmullo de la multitud en el salón era ensordecedor mientras el reloj marcaba las 21:15, anunciando la llegada inminente de Carcass al escenario del Teatro Flores. La anticipación palpaba en el aire, cada segundo de espera se sentía como una eternidad. A las 21:30, las luces se atenuaron y la introducción resonó a través de los altavoces, desencadenando un frenesí colectivo entre los fans ansiosos.

Con un estruendo ensordecedor, la banda irrumpió en escena con «Buried Dreams», provocando una conexión instantánea con el público que llenaba el recinto. Jeff Walker, enérgico como siempre, lanzaba púas al público mientras dirigía el ritmo frenético del headbanging. Sin dar respiro, Carcass continuó con «Kelly’s Meat Emporium». Una oda al poderío de su último álbum de estudio, aunque ya con tres años de su lanzamiento, aún conservaba su vitalidad y potencia inigualables.

La euforia comenzó a escalar estrepitosamente con la llegada de «Incarnated Solvent Abuse», desatando un pogo tumultuoso que oscilaba entre momentos de contemplación y convulsión. Antes de «Under the Scalpel Blade», Jeff rompió su reserva para exhortar al público en un español rudimentario pero auténtico, preguntando cómo estaban y provocando risas y vítores entre la audiencia: «Heeey, ¿Cómo están? ¿Bien, mal, bien, mal?».

El derrotero de la malaleche continuó con un tríptico apocalíptico de los 90: «Tomorrow Belongs to Nobody» y «Death Certificate», amalgamando los tópicos apocalípticos de la entropía de ambos temas. La banda desplegó una serie de clásicos como  «Black Star» y «Keep on Rotting in the Free World» (ambos de su álbum de estudio “Swansong”, de 1995) de manera consecutiva, sumergiendo al público en un mar de nostalgia y devoción

La presentación de Carcass, un antes y un después en la escena del Death Metal en Argentina

Pero el verdadero clímax de la noche llegó con la trinidad «The Scythe’s Remorseless Swing», «Grade Surgical Steel» y «Corporal Jigsore Quandary». Culminaron en una explosión de caos y violencia desenfrenada y total con «Ruptured in Purulence» y «Heartwork». El pogo, ciertamente fluctuante, se volvió, en ese momento, aún más frenético, una masa incontrolable de cuerpos agitados en un trance colectivo.

Carcass

Cuando parecía que el final estaba cerca con «Tools of Trade», Carcass regresó al escenario, arrasando con «Genital Grinder», «Pyosisified» y «Exhume to Consume». El Teatro Flores temblaba ante la magnitud del despliegue de violencia, técnica y pura energía del Death Metal.Y así, con la entropía consumada y la noche llegando a su fin, Carcass dejó su huella imborrable en la historia del metal argentino. Una noche épica que será recordada tanto por los viejos fanáticos de la banda como de la minoría intensa de jóvenes que tal vez vieron por primera vez a una de las mejores bandas de Death Metal en actividad.

Por lo demás, y dicho no sea de paso, agradecemos el gesto y la deferencia a toda la gente de Icarus Music y particularmente a Marcela Scorca, quien gestionó la posibilidad de esta fecha invaluable e histórica y nos dio la oportunidad de poder presenciarla.

Crónica: Nicolás Alabarces
Fotografía: Fernando Díaz

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Nicolas Alabarces

Licenciado en Letras (UNC) y actualmente becario CONACYT en Filosofía Política por la Universidad Autónoma de México (Xochimilco). Tomado completamente por las cadencias malaleche, escucha Metal desde chico, cuando un amigo le pasó un cassette con canciones de Maiden, Hermética, Slayer, Metallica y Sepultura.-

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